La paciencia. Nos aporta sabiduría.
La tempestad. Nos aporta carácter.
La vida es como navegar el mar.
Y cada día nos enfrentamos a un temporal diferente.
Hay que saber aprender a navegar, fijarse y tener paciencia.
Ningún buen marinero se forjo en un mar siempre en calma.
Seguir navegando dejando a veces que el rumbo nos lleve… confiando…
Resistir el envite de las olas.
Estar abierto a las sorpresas que el mar en movimiento nos traerá es fundamental.
La vida es una búsqueda constante… compartir y buscar semejantes… Disfrutar…
Aunque en momentos de cierta calma, uno se sienta fuera de lugar…
Felices fallas 2013, Paco Aviñó
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